mayo 20, 2010

La estrategia Europa 2020: grandes capitales como siempre

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Un comentario de la nueva estrategia de la Unión Europea


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A veces ninguna noticia no son buenas noticias - y esto es seguramente el caso para “Europa 2020” - la propuesta de la Unión Europea para una nueva estrategia principal en la que está ocupada. La mayor parte de ella copia la Estrategia de Lisboa, adoptada en marzo de 2000, y si pensabas que la década pasada fue una experiencia desagradable con políticas neoliberales, abróchate el cinturón de seguridad, pues queda mucho más por venir. La Comisión parece haber escuchado, otra vez, cuidadosamente las demandas de las grandes empresas, y llega con una proposición diseñada para satisfacer sus necesidades.

Esto es obvio, dada la manera en la cual la estrategia fue desarrollada – desde el lanzamiento de la consulta pública en noviembre de 2009 hasta principios de marzo de 2010, cuando la oferta final fue publicada – y, naturalmente, del contenido de la oferta en sí mismo, que coincide muy bien con las demandas hechas por las grandes empresas.

Europa 2020 añade unos nuevos elementos a la Estrategia de Lisboa, pero el mensaje básico es el mismo: “grandes empresas como siempre”. Y las más grandes entre las grandes, en particular, tienen toda la razón para estar satisfechas. Enmarcando su papel, la Comisión comenzó desde una posición cercana a la de la Mesa Redonda Europea de Industriales (ERT), un grupo de lobby basado en la Unión Europea, que ha sido un actor principal, siempre que la estrategia de la Unión Europea haya estado sobre la mesa para su discusión. Seguramente sin demasiada sorpresa, el resultado final es claramente cercano a la propia visión de la ERT (Una visión de Europa para 2025 ERT). 1

La Estrategia de Lisboa

La Estrategia de Lisboa, que proporciona los fundamentos principales para Europa 2020, fue adoptada por el Consejo europeo en marzo de 2000. A primera vista, era una bolsa surtida de propuestas, pero tenía un fuerte énfasis en una estrategia neoliberal económica, colocando la liberalización de los servicios públicos, la terminación del Mercado Único, la reforma del sistema de pensiones, mercados de trabajo flexibles, y Pacto de Estabilidad como sus piedras angulares. Pero también incluía un número de políticas y propuestas sobre educación, política social y empleo, que apelaban a un más amplio corte transversal de la sociedad. Al final, la mayor parte de ellas fueron dejadas de lado momentáneamente.

Desde el principio, el lema principal de la Estrategia de Lisboa era hacer de la Unión Europea la más competitiva economía basada en el conocimiento del mundo hacia 2010. Por consiguiente, la competitividad internacional se desarrollada con una espada con la cual los derechos sociales, la legislación ambiental y los derechos de los consumidores podrían ser atacados. Si bien las políticas neoliberales de la Unión Europea no eran nuevas - hay conductores fuertes en esta dirección en el Tratado en sí mismo - la Unión Europea tomó pasos significativos como consecuencia de Lisboa. Las fuerzas del mercado han sido llevadas a nuevas áreas (como consecuencia de la Directiva de Servicios); todo tipo de regulaciones han sido quitadas o relajadas conforme a la agenda “Better Regulation”(Legislar Mejor); importantes decisiones en el campo ambiental y en la seguridad alimentaria han sido trasladadas del debate político abierto a oscuros comités; derechos sociales se han visto atacados de un modo sin precedentes, y los servicios públicos han sido minados regularmente mediante una forzosa comercialización.

Esto era, por cierto, exactamente lo que la ERT quiso. La Mesa redonda había jugado un papel significativo antes de la adopción de la Estrategia de Lisboa. Sus recomendaciones al final formaron su base. Una visión que, como el Baron Janssen, entonces presidente del gigante químico Solvay y miembro de la ERT, dijo, trata sobre “la reducción del poder del estado y del sector público en general, mediante la privatización y la desregulación, y la transferencia de muchos de los poderes de los estados nacionales a una estructura más moderna e internacionalmente inclinada a nivel europeo”2.

Éxito o fracaso


La estrategia de Lisboa ganó alguna legitimidad popular, apuntando a mejorar el acceso a la educación, rebajar el paro, y mejorar el acceso a los servicios públicos. Pero ninguno de estos objetivos estaban integrados en los instrumentos claves - la liberalización de los servicios, la fuerte disciplina presupuestaria, la desregulación - y ninguno de estos objetivos ha sido alcanzado aún. En cambio ellos han sido transferidos a la nueva estrategia, Europa 2020.

Significativamente, ninguno de los objetivos clave de Lisboa - el crecimiento y el aumento de la competitividad - han sido alcanzado en ninguna medida significativa. La Comisión culpa de este fracaso a la crisis financiera y a una puesta en práctica insuficiente. De ello, concluyen que necesitamos más de lo mismo.

Esta conclusión, seguramente, puede ser cuestionada.

Primero, la crisis no fue una catástrofe natural que vino sólo de fuerzas externas, y ni esta era algo nuevo tampoco. La Estrategia de Lisboa nació en medio de una crisis financiera mundial que golpeaba a muchos países con mucha fuerza. Sin embargo, la Comisión - para ponerlo sin rodeos – puso a las corporaciones financieras al volante para crear un mercado único integrado financiero, y por consiguiente poca regulación significativa fue adoptada.

En segundo lugar, nunca hubo una correlación fuerte entre los medios y los supuestos fines. Usted no consigue una Europa social y una Europa con buena educación con recortes en gastos sociales, comercio libre en servicios, privatización y una estricta política presupuestaria.

Un oído sordo

Considerando este trasfondo, había un interés considerable en la sucesora de la Estrategia de Lisboa. Sin embargo, para influir en el proceso, parece que tienes que hablar el mismo lenguaje que la Comisión y sus aliados corporativos.

El primer paso para sustituir la Estrategia de Lisboa fue tomado por la Comisión en noviembre de 2009, cuando esta difundió un documento de consulta, el cual incluía la mayor parte de lo que sería la propuesta Europa 2020.

Pero la consulta tenía varios defectos. Primero, las respuestas tuvieron que ser entregadas a la Comisión dentro de unas pocas semanas, lo que era un muy poco tiempo, considerando lo que estaba en juego. En segundo lugar, la Comisión fue cogida con las manos en la masa manipulando las respuestas.

Cuando la Comisión publicó su descripción de las respuestas, alardeó con orgullo de que un número de antiguos críticos habían sido convencidos por las ideas de la Comisión para una nueva estrategia. La Comisión relató que “socios con una vocación social, apoyaban ampliamente las prioridades propuestas por la Comisión”.

Esto provocó una pequeña avalancha de protestas de las organizaciones que trabajan en cuestiones sociales. Estas denunciaron el resumen de la Comisión como una rotunda manipulación, acentuando que su mensaje se había “perdido en la traducción” y su crítica fundamental de la Estrategia de Lisboa y de las ofertas de la Comisión había sido extremamente deformada.3

Perdiendo la paciencia

En verdad, algunos personajes clave de Bruselas parecen perder la paciencia, si no el interés, en este ejercicio con la Comisión. La Confederación Europea de Sindicatos (ETUC) respondió sólo brevemente cuando la Comisión lanzó su proposición final, el Secretario General John Monks declaró: “El ejercicio 2020, hasta ahora, ha sido estropeado y decepcionante. Hay una necesidad desesperada, en la Unión Europea y en el resto del mundo, de asimilar qué causó la crisis y cómo podemos evitar una repetición.” Para él, las verdaderas cuestiones tristemente faltaban:

“Como tratar un paro creciente, sobre todo entre los jóvenes; como abordar todos los incentivos en los actuales sistemas fiscales y mercados de capitales que fomentan la especulación y el corto-placismo a expensas del compromiso a largo plazo con una verdadera economía; y como encontrar nuevos modos de levantar los fondos públicos, sobre todo usando Impuestos de Transacciones Financieras y eurobonos … Sin estas cuestiones correctamente dirigidas, el ejercicio de Europa 2020 seguirá estando viciado. La Comisión no puede esperar volver a las empresas (y a la Estrategia de Lisboa) como siempre,” dijo.

Alternativas


Este sentimiento es compartido extensamente por casi todos, fuera del sector de los negocios en la Unión Europea. Con los años, el descontento con la Estrategia de Lisboa ha ido creciendo. Los sindicatos, organizaciones no gubernamentales y otros movimientos cívicos han hecho propuestas diferentes, que quizás no constituían una nueva visión de la sociedad, pero que seguramente marcaban una contraproposición a la Estrategia de Lisboa y su sucesora.

Estas ofertas alternativas incluyen:
  • La prioridad debería cambiar de la desregulación a la regulación a favor de la sostenibilidad y los derechos sociales.
  • Una regulación fuerte sobre las emisiones de carbono debería sustituir a los mecanismos débiles que hay en este momento.
  • Los recursos para la educación y la salud deberían ser aumentados, y ninguna liberalización posterior debería ocurrir.
  • La investigación no debería ser comercializada, y las universidades no deberían ser laboratorios para las empresas.
  • Un mejor gobierno debería conseguirse mediante más participación de los parlamentos elegidos y por los ciudadanos en general.
Pero esta humilde agenda está muy lejos de los deseos de las corporaciones y de la Comisión.

Entran los capitanes de la industria


La oferta de la Comisión se parece, en efecto, a una lista de la compra preparada por las principales corporaciones de Europa. La prueba de esto se puede destilar comparando la contribución de un grupo, al cual ningún plazo de la Comisión se aplica, la Mesa redonda europea de Industriales (ERT) (mirar el apéndice para una versión más larga).

La ERT junta a 50 presidentes de las principales corporaciones europeas transnacionales, y tiene una fuerte tradición de influencias en la política de la Unión Europea. Raras veces está implicada en el cabildeo cotidiano en Bruselas, surgiendo sólo cuando las grandes estrategias a largo plazo están en discusión.

La ERT publicó su propia propuesta para una “Visión en 2025” el 3 de febrero de 2010, mucho después de que otros grupos hubieran comentado la consulta de la Comisión. Un mes más tarde, la Comisión publicó Europa 2020, que presenta una gran semejanza con el documento de la ERT en todos los puntos claves. Esto podría significar que la Comisión cortó y pegó su texto del documento de la ERT, o que la ERT adoptó algunas ideas de la Comisión. Sea como fuere, el punto es que la Comisión y la ERT tienen una actitud política común y, en realidad, “una visión”.

Como con la Estrategia de Lisboa, algunas palabras que “zumbaban” han sido escogidas con cuidado para hacer que suenen como un manifiesto progresista. Y sin duda, la Comisión ha tenido la ayuda de un o dos magos de lengua para conseguir el tono adecuado. Mientras que la mayor parte de la retórica sobre la dimensión social ha desaparecido, las palabras “verde” y “sostenible” son repetidas muchas veces. La vieja frase de Lisboa “basada en el conocimiento” sido ha substituida por la más atractiva “inteligente” (smart). Legislar Mejor se vuelve Regulación Inteligente. Como dice una ONG: una cucharadita de “verde” y un toque de “inteligente”. Pero a medio y largo plazo ninguno de esto será convincente. La propuesta, simplemente, está demasiado sesgada hacia los intereses de los grandes capitales.

Misma actitud, misma visión

Tomemos, por ejemplo, sus visiones para el mercado único. Esta es probablemente la prioridad más importante de la ERT y en su visión, se llama, otra vez, para que sea “completado”, “para que cubra todos las mercancías, servicios, capital, gente y conocimiento”.

La Comisión, por su parte, promete esforzarse por conseguir “Un mercado único más fuerte, más profundo y ampliado”. A ambos les gustaría ver a los países candidatos a la adhesión a la UE, bajo la Política de Vecindad, cubierta según las reglas del Mercado Único. Considerando el fuerte debate de 2005 sobre la Directiva de los Servicios, y su efecto potencialmente perjudicial sobre los servicios públicos y los derechos sociales, esto podría escribir nuevas confrontaciones, con por ejemplo los sindicatos.

Sobre la cuestión del mercado de trabajo, tanto acentúa la necesidad de más flexibilidad, como una política de migración que haga más fácil que el trabajo cualificado entre en la Unión Europea – en oposición a otros grupos de inmigrantes.

Sobre los servicios sociales la ERT quiere reformar: “los sistemas de seguridad social para conseguir un mejor equilibrio entre cohesión social y sostenibilidad financiera, por ejemplo dando un énfasis mayor en la responsabilidad de los pacientes en los gastos de la asistencia médica. Ambos partes están de acuerdo en investigar lo que la Comisión llama “la suficiencia y la sostenibilidad de la protección social y de los sistemas de pensiones, e identificar modos de asegurar un mejor el acceso a sistemas de asistencia médica”.

Sobre los servicios públicos, anima a la ampliación del uso de Asociaciones Privadas-Públicas (PPPs), empresas conjuntas entre el sector público y empresas privadas para los servicios públicos. En este momento este acercamiento es la opción preferida para los que procuran privatizar los servicios públicos.

Sobre la educación y la investigación, hay un pleno acuerdo entre la Comisión y la ERT, para ambos el camino a seguir es “cerrar el hueco entre la ciencia y el mercado” (la Comisión), y “construir eslabones más fuertes entre los sectores públicos y privados en educación, con el apoyo del empresariado”. Ambos incluso promueven la idea de enmarcar los nuevos planes de estudios para encajar en la agenda de los negocios.

Tanto la Comisión como la ERT, apoyan enérgicamente la continuación de la agenda “Legislar Mejor” (Better Regulation), que trata básicamente sobre una regulación más laxa. Esta agenda estuvo recientemente sujeta a escándalo cuándo unos documentos surgidos, mostraron como la industria del tabaco logró usar “Legislar Mejor”, para evitar que medidas más estrictas fueran aplicadas a su industria. 4

Sobre el cambio climático hay una ideología básica común en juego en los dos informes: ambos priorizan las soluciones tecnológicas, a diferencia de una regulación fuerte para las industrias contaminantes. Ambos abogan por mayor crecimiento y argumentan que este se puede lograr sin perjudicar en cuanto al cambio climático. Una afirmación muy cuestionable.

La agenda comercial también muestra semejanzas, incluso a nivel de detalle. Ambos se adhieren a la política de libre comercio fuerte, a través de la OMC, o mediante negociaciones bilaterales con las economías emergentes.

Sobre el presupuesto, ambos ponen énfasis en redireccionar los medios financieros de una amplia gama de instrumentos financieros de la Unión Europea para apoyar la estrategia Europa 2020, incluyendo la Política Agrícola Común. Si tienen la intención de direccionar los fondos sustanciales de las corporaciones de la agroindustria continúa por verse.

Más poder a la UE

Por último, pero no menos importante, la estrategia Europa 2020 incluye un acercamiento innovador sobre la manera de gobernar. La ERT continuamente ha lamentado la falta de instituciones de la Unión Europea con poderes para poner en práctica su estrategia principal. Pero es en esta cuestión, donde la Comisión viene con un remedio.

La Estrategia de Lisboa confió en una flexible y voluntaria, política de coordinación entre los Estados miembros, el llamado “Método Abierto de Coordinación” 5: Tanto la ERT, como la Comisión, han estado de acuerdo en que este método no ha sido lo bastante eficaz, y la Comisión ha propuesto añadir medidas de refuerzo más fuertes a la estrategia. En el contexto del Pacto de Estabilidad, las negociaciones tienen lugar sobre como llevar a las economías nacionales en línea con los objetivos sobre déficit y deuda. Este objetico se ve apoyado por artículos en el Tratado que pueden conducir a sancionar a un estado. En este asunto, la Comisión propone mezclar en un debate, cuestiones como los presupuestos nacionales - incluyendo impuestos y priorización de los medios financieros.

Así, se añade fuerza a la estrategia 2020, haciendo que “las cuestiones de composición y calidad de los gastos públicos” una asunto tratado en la Unión Europea. Haciendo esto la Comisión y el Consejo serán capaces de presionar a los Estados miembros para priorizar los “puntos que mejoran el crecimiento” como la educación y las habilidades, I+D e innovación, la inversión en redes, p.ej. Internet de alta velocidad, interconexiones de energía y de transportes - las áreas temáticas claves de la estrategia Europa 2020. Simultáneamente los sistemas fiscales deberían ser más “amistosos con el crecimiento” en palabras de la Comisión.

Grandes capitales como siempre


En general, la propuesta para la nueva estrategia de la Unión Europea encaja perfectamente con las demandas de los grandes capitales. La estrategia de 2020 de la Comisión no difiere de la Visión 2025 de la ERT en ningún punto significativo. Existe todavía un largo camino antes de que la Estrategia 2020 encuentre su forma final, pero no hay ningún signo, hasta ahora, que indique que el Consejo tenga una opinión diferente sobre los puntos claves.

La cuestión del incremento de poderes podría ser una excepción, pero aquí las cosas parecen moverse rápido. La crisis ha creado una oportunidad para que la Comisión lance propuestas alcanzables para una nueva forma más centralizada de toma de decisiones, y la intención subyacente sólo puede ser bienvenida en las salas de sesiones de las grandes corporaciones. Haciendo esto, la Comisión tendrá más poderes para empujar, por sus grandes capitales, la agenda amistosa de reforma neoliberal.

Tanto el proceso como el resultado de la discusión sobre la Estrategia 2020 deberían ser una llamada a actuar a una amplia gama de organizaciones de la sociedad civil- sindicatos, organizaciones ambientales y a los movimientos cívicos de todas clases - a unirse para neutralizar este arrogante juego de poder. Y esto en mucho más que en responder a las consultas de la Comisión. El trabajo que hay por delante es llevar este debate, y esta lucha, a los ciudadanos de Europa.


Notas:

1. The Commissions ―Europe 2020‖ proposal can be seen at http://ec.europa.eu/eu2020/pdf/COMPLET%20EN%20BARROSO%20%20%20007%20-%20Europe%202020%20-%20EN%20version.pdf The ERT‘s ―2025
Vision‖ can be seen at http://www.ert.be/DOC/09117.pdf
2. See Corporate Europe Observatory; ―ERT Moves to Next Phase in Europe‘s Double Revolution‖, http://archive.corporateeurope.org/observer7/ert.html And Corporate Europe Observatory; ―From Lisbon to Stockholm‖,http://archive.corporateeurope.org/observer9/stockholm.html
3. See for instance; ―NGO‘s defy Commission on EU 2020 Agenda‖, Euractiv, 5. February, http://www.euractiv.com/en/priorities/ngos-defy-commission-eu-2020-agenda A collection of protests from Social Platform, MHE, EAPN and COSACE can be found at the Social Platform website: http://www.socialplatform.org/News.asp?news=23719
4. PLoS; ―Working the System‖—British American Tobacco's Influence on the European Union Treaty and Its Implications for Policy‖, 2010, http://www.plosmedicine.org/article/info%3Adoi%2F10.1371%2Fjournal.pmed.1000202
5. http://en.wikipedia.org/wiki/Open_Method_of_Coordination].




Apéndice a La Estrategia Europa 2020: grandes capitales como siempre


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Cuestiones clave en la estrategia de la UE

Una comparación entre las propuestas de la Comisión para un sucesor a la Estrategia de Lisboa - llamada la Estrategia 2020 - y la Visión 2025 de la Mesa redonda de Industriales europeos (ERT) 1.

Completar el mercado único


El Mercado Único fue siempre la prioridad principal de la ERT, y la ERT ha demostrado una influencia poderosa durante décadas. En los años 80 la Comisión modeló su propuesta para cambiar el Tratado de la Unión Europea para reforzar el Mercado Único basándose en proyectos propuestos por la ERT2 , y desde entonces, esta organización ha vuelto una y otra vez para ir aún más lejos. Hoy no es ninguna excepción. La ERT cree que "el Mercado Único está lejos de estar completo; debería ser ampliado para cubrir todas las mercancías, servicios, capital, gente y conocimiento."

En Europa 2020, la Comisión jura esforzarse por un "mercado único ampliado, más fuerte y más profundo". También, los deseos de la ERT en áreas específicas, como la energía y las IT (tecnologías de la información), son repetidas en la propuesta de la Comisión.

La ERT acentúa la necesidad de ampliar el Mercado Único promoviendo "la integración plena de los candidatos a la adhesión a la UE " e integrando "a los países cubiertos por la Política de Vecindad Europea" en el Mercado Único. La Comisión, en cambio, demanda que [hay aquí un sustantivo omitido - ¿qué ofrece un potencial considerable?] “el potencial considerable de los países candidatos y de nuestros vecinos, y la mejor ayuda para anclar sus propios esfuerzos de reforma. Ampliando el área donde las reglas de la Unión Europea son aplicadas, se crearán nuevas oportunidades..."

El mercado laboral

Bajo la Estrategia de Lisboa, una de las prioridades de la Comisión era la de hacer mercados de trabajo más flexibles. Esta agenda fue bienvenida por la ERT, tanto entonces como ahora. En esta área hay poco nuevo, si algo, en cualquiera de las dos “visiones”.

Sobre el mercado de trabajo, la prioridad ha cambiado ligeramente, ahora tanto la ERT como la Comisión quieren un trabajo más cualificado que sea capaz de hacerse a través de las fronteras externas de la Unión Europea - a expensas de todos los otros inmigrantes.

Servicios Públicos


La Estrategia de Lisboa contenía una fuerte advertencia contra lo que se consideraban gastos poco estrictos en servicios sociales, y una llamada inequívoca para reformar los sistemas de pensiones. Esta llamada es repetida por la ERT con una demanda para reformar "los sistemas de seguridad social para conseguir un mejor equilibrio entre la cohesión social y la sostenibilidad financiera, por ejemplo dando un énfasis mayor sobre la responsabilidad de los pacientes por los gastos de asistencia médica."

Más expresamente sobre las pensiones, la ERT quiere que los Estados Miembros consideren totalmente "las responsabilidades de las pensiones públicas en consideración de la sostenibilidad de los fondos públicos." Como un primer paso, ellos quieren tener "una evaluación independiente y comprensiva de todos los sistemas de pensiones públicas de toda la Unión Europea y desarrollar una hoja de ruta para dirigir su reforma prudencial."

Tanto sobre la salud, como sobre las pensiones, la Comisión responde con propuestas para "emprender una evaluación de la suficiencia y la sostenibilidad de la protección social y de los sistemas de pensiones, e identificar modos de asegurar un mejor el acceso a los sistemas de asistencia médica."

Privatización


Una de las áreas donde deberían esperarse nuevas y significativas iniciativas en los años venideros es en los servicios públicos. Las corporaciones, (en particular pero no exclusivamente en el sector de servicios), la Comisión y muchos gobiernos, han trabajado sistemáticamente para introducir leyes fuertes europeas que empujen a los Estados miembros hacia la comercialización. Esta ofensiva toma muchas formas. Durante un tiempo la Directiva de Servicios fue el conductor principal. Nuevas reglas sobre Sociedades Público-Privadas, se ven ahora por la Comisión como el siguiente paso 3.

Esta medida es apoyada, entre otros, por la ERT. En su visión, pide una "reinvención" de los contratos públicos "como un conductor estratégico para el desarrollo y la puesta en práctica de nuevas tecnologías, incluyendo a través de sociedades público-privadas (PPPs)."

Educación e investigación

La Comisión está muy impaciente en ayudar a integrar los intereses de las empresas en la agenda de la investigación de las Universidades europeas y en otras partes.

Sin ninguna sorpresa, la ERT apoya este acercamiento. Esta quiere “construir eslabones más fuertes entre los sectores públicos y privados en la educación con el apoyo del empresariado”, incluyendo el desarrollo de redes para reforzar el eslabón entre la educación, la investigación y los negocios. Para la ERT esto no trata sólo de universidades e investigación, sino también de los niveles más bajos de la educación. La ERT quiere construir "plataformas nacionales" para obtener interacciones más eficaces entre las empresas y las escuelas".

La propuesta de la Comisión refleja esta línea de pensamiento. En conexión con la publicación de la Visión 2020, la Comisión declaró que apuntaba a cerrar "el hueco entre la ciencia y el mercado para convertir las invenciones en productos", y la estrategia, en sí misma, abunda en ofertas a pequeña escala y significativas para tal fin. Sobre la escuela, la Comisión da un nuevo paso y propone "dirigir los planes de estudios de la escuela a la creatividad, la innovación, y el espíritu emprendedor."

Legislar Mejor (better regulation)

Cuándo la primera Comisión de Barroso lanzó de nuevo la Estrategia de Lisboa en 2005, acentuó y priorizó el programa “Legislar Mejor” como el medio para alcanzar los objetivos de crecimiento y empleo. Legislar Mejor es el nombre popular que cubre una variedad de instrumentos de política e iniciativas apuntadas a reducir la carga administrativa a las empresas europeas, mediante la simplificación y la mejora de la legislación. Más expresamente, la Estrategia de Lisboa instó a reducir gastos reguladores a las empresas en un 25 por ciento en 2012. Central a este acercamiento es un compromiso a un diálogo temprano entre el regulador y el regulado, y el empleo de evaluaciones de impacto. Las evaluaciones de impacto se proponen para analizar los impactos de las propuestas legislativas en la economía, medio ambiente y sociedad.

Legislar Mejor se convierte en "Legislación Inteligente" en la estrategia 2020. La Legislación Inteligente aboga por mezclas complejas de políticas y, más suaves estilos de control, y parece reforzar el objetivo de la Comisión de reducir al mínimo las cargas administrativas sobre las firmas europeas. Además, la Comisión exige que los Estados miembros "reduzcan las cargas administrativas sobre las empresas, y mejoren la calidad de la legislación de las empresas" así como "trabajar estrechamente con los socios en sectores diferentes". Sin embargo, estas demandas son dirigidas a los Estados miembros y no explícitamente a la Comisión en sí misma. Esto marca una diferencia con la Estrategia de Lisboa, donde la Comisión estableció objetivos específicos para reducir los gastos europeos reguladores a las empresas.

Para la ERT, la Agenda Legislar Mejor es su favorita, y en su opinión tiene que ser reforzada. Aunque no se opongan la una a la otra, la formulación de la Comisión y la de la ERT no están completamente en sintonía. Mientras que la Comisión piensa usar regulaciones en vez de directivas para asegurar una regulación uniforme en toda la Unión Europea, la ERT parece llevar esta agenda de desregulación más lejos, afirmando que a la regulación directa "sólo debería recurrirse en donde la competencia eficaz no pueda ser asegurada, por ejemplo, donde existen fracasos de mercado."

Cambio climático y medioambiente

Aunque no exactamente negacionistas del cambio climático, la ERT no ve el cambio climático como una prioridad seria. Su Visión 2025 es una defensa elegante de los intereses de las corporaciones a este respecto, e incluye un concepto "de sostenibilidad multifacética" que abarca muchas consideraciones, no pocas económicas.

La ERT llama a inventar "políticas ambiciosas y programas de puesta en práctica de eficiencia energética y cambio climático que se espere que tengan un impacto sostenible positivo sobre el crecimiento económico, en particular"

Además, la ERT argumenta que el cambio climático debería ser tratado a través de desarrollos tecnológicos, alcanzados mediante incentivos a la industria. Deberían configurarse objetivos de eficiencia energética, dicen ellos, pero no objetivos que fuercen el desarrollo tecnológico, sino objetivos que puedan ser progresivamente adaptados en línea con los desarrollos tecnológicos".

La cuestión del cambio climático ocupa bastante espacio en el texto de la Comisión, incluyendo el empleo frecuente de las palabras "verde" y "sostenible".

Pero al final, hay muy poco de nuevo en las propuestas reales de la Comisión.

Las propuestas de la Comisión parecen implicar que el crecimiento puede ser desconectado "del uso de recursos" y del “uso de energía” a través de diferentes tipos de medidas de ahorro e inversiones en eficacia. Aunque este desacople sea afirmado como una realidad en algunos Estados miembros, como Dinamarca, hay serias dudas sobre la validez de tales afirmaciones. El crecimiento, en el caso danés, incluye las ganancias de empresas con actividades en el extranjero, pero el cálculo de las emisiones falla, al no aparecer todas las correspondiente emisiones.

En segundo lugar, hay un fuerte énfasis en asegurar una parte sustancial del mercado a las tecnologías verdes. Sin embargo, las ofertas incluyen tecnologías como el CCS (captura y almacenaje de carbono) que probablemente no tenga ningún impacto significativo sobre las emisiones durante años, y seguramente no en los años que quedan hasta el 2020.

En general, es un peligro que la Estrategia 2020 contenga la ilusión de que los problemas del cambio climático pueden ser dirigidos por medidas provechosas de mercado, y que puede ser resuelto mediante soluciones tecnológicas. La regulación eficaz de la industria saldrá perdiendo en esta ecuación.

Comercio

La sección sobre política de comercio exterior en la Visión 2020 de la Comisión, promueve los intereses de la industria de la exportación, representada por BusinessEurope y la ERT. Confirma el modelo actual de la Unión Europea de crecimiento conducido por la exportación - basado en la importación masiva de entradas del resto del mundo. Se repite la obsesión con la competitividad vis-à-vis con los principales socios comerciales de la Unión Europea. Y acentúa la necesidad de abrir mercados para las empresas de la Unión Europea a través de la OMC y de negociaciones bilaterales comerciales. Y afirma un papel importante de los mercados emergentes en la generación del crecimiento en Europa, mediante la importación de bienes y servicios de empresas de la Unión Europea.

Estos parámetros van explícitamente en contra de otros intereses que han ido surgiendo en el proceso de consulta 2020. La mayor parte de los sindicatos, por ejemplo, proponen una estrategia de crecimiento basada en el mercado europeo, y no en el mundial. UEAPME, la organización que representa a empresas pequeñas y medianas de Europa, advirtió que "una política que se concentra sólo en empresas internacionalmente activas de alta tecnología está obligado a fallar”. Europa 2020 va completamente en la dirección opuesta, lo que significará, que será difícil para ellos de hacer oír sus voces cuando llegue el momento de desarrollar la nueva estrategia comercial de la Unión Europea, que formará un elemento suplementario a Europa 2020.

En cuanto a lo específico sobre la estrategia comercial, la propuesta se parece estrechamente a las ideas de la ERT. Además del estímulo para seguir el trabajo de la OMC, la ERT da importancia a la conclusión "de acuerdos de libre comercio y de barreras sin aranceles con las economías más dinámicas y con los bloques de comercio regionales en Asia, Norteamérica y Sudamérica, África y Europa." Según la ERT, estos acuerdos deberían "promover una fuerte cooperación internacional reguladora, haciendo el mayor uso del principio de reconocimiento mutuo con el complementación de los compromisos de la OMC, relacionados con barreras técnicas al comercio, la competitividad, la inversión y la contratación pública."

La Comisión lo llama "uno de los objetivos críticos en los próximos años" para construir "relaciones estratégicas con las economías emergentes para hablar de las cuestiones de interés común, promoviendo la cooperación reguladora y otras cuestiones bilaterales."

El presupuesto

Entre las piedras angulares de la visión de la ERT, aparece una reestructuración radical del presupuesto de la Unión Europea, "poniendo su núcleo en políticas y medidas sinceramente diseñadas para aumentar la competitividad y las reformas económicas”. La ERT quiere acentuar "I+D y la introducción de infraestructuras innovadoras, tecnologías y fuentes de energía." En breve: Esto podría señalar el final de una era, en la que, casi la mitad del presupuesto ha sido dedicado a la política agrícola - la mayor parte del cual va a parar a la agroindustria, no a los agricultores - y será bienvenida por muchos. La propuesta de la ERT para redireccionar los fondos para servir a los intereses de las grandes empresas es más polémica.

La Comisión concurre en ambos puntos: "intentar mejorar las políticas claves y los instrumentos como el mercado único, el presupuesto y la agenda exterior económica de la Unión Europea para centrarse en conseguir los objetivos de Europa 2020."

“La discusión”, según la Comisión, "no sólo debería ser sobre los niveles de financiación, sino también sobre como los diferentes instrumentos de financiación, como los fondos estructurales, los fondos de desarrollo agrícola y rural, el programa marco de investigación, el de competitividad, y el programa marco de innovación (CIP) tienen que ser inventados para alcanzar los objetivos de Europa 2020, para maximizar el impacto, asegurar la eficiencia y el valor añadido de la Unión Europea."

Gobierno

El más importante nuevo elemento en el documento de la Comisión está en el gobierno.

En este campo, la ERT puede encontrar respuesta a las demandas que hiciera hace muchos años; reforzar la ejecución de la estrategia con más poderes para las instituciones de la Unión Europea, no sólo para la Comisión. Aunque en su Visión 2025, la ERT abogue por una división más clara de las competencias entre el nivel nacional y el nivel de la Unión Europea, lo que se destaca como esencial es la exigencia durante una larga década de mayores competencias y poderes para la Comisión, en las cuestiones de interés para la ERT, es decir, básicamente todo, en su visión.

"A este fin, la distribución de poderes dentro de la Unión Europea debería ser revisada - con más poderes concedidos a la Unión Europea, en las áreas que pueden ser dirigidas con mayor eficacia a nivel Europeo, mientras se devuelven algunos poderes actuales a los Estados miembros, en áreas donde la acción nacional es suficiente," dice el documento.

La propuesta de la Comisión propone un largo camino para alterar el equilibrio de poder y la división normal de las competencias. Con una mezcla peculiar de reglas sobre el Pacto de Estabilidad y sobre la política económica común, la Comisión quiere añadir medidas de ejecución más fuertes a la estrategia. En el futuro, según la Comisión, los Estados miembros deberían, pero también en cuestiones como los presupuestos nacionales - incluyendo impuestos y ordenación de medios financieros.

“La consolidación de las finanzas públicas en el contexto del Pacto de Estabilidad y de Crecimiento implica poner prioridades y hacer elecciones difíciles", comenta la estrategia. Y estas opciones difíciles deben ser manejadas en el nivel de la Unión Europea, esto es, en las Reuniones del Consejo con la Comisión como un actor muy activo.

Esto da peso a la estrategia 2020 haciendo "la composición y la calidad de los asuntos de gastos público" un asunto que es tratado en la Unión Europea. Haciendo esto, la Comisión será capaz de hacer que los Estados miembros prioricen "los artículos que mejoran el crecimiento como la educación y las habilidades, la I+D y la innovación, la inversión en redes, por ejemplo, Internet de alta velocidad, interconexiones de energía y transportes – es decir, las áreas claves temáticas de la estrategia Europa 2020." Simultáneamente los Sistemas fiscales deberían hacerse "más amistoso para el crecimiento".


Notas:

1. The European Commission; ”Europe 2020 - A European Strategy for Smart, Sustainable and Inclusive Growth”, March 2010:
http://ec.europa.eu/eu2020/pdf/COMPLET%20EN%20BARROSO%20%20%20007%20-%20Europe%202020%20-%20EN%20version.pdf
The European Roundtable of Industrialists; “ERT‟s Vision for a Competitive Europe in 2025”, February 2010: http://www.ert.be/DOC/09117.pdf
2. See Corporate Europe Observatory; “Europe Inc.”, part I, chapter 3, Pluto Press, 2000.
3. Sociedades Público-Privadas versan sobre la cooperación entre el sector público y las compañías privadas en por ejemplo los servicios públicos. El documento más importante en discusión en este momento, es una comunicación de la Comisión de noviembre de 2009; "Movilizando la inversión privada y pública para la recuperación y el cambio estructural a largo plazo ", COM (2009) 615 final. Developing Public Private Partnerships